You can go to heaven and come back alive

Anoche, haciendo zapping antes de irme a dormir, vi los 30 minutos finales de una película en el cable.
En la película estaba Robin Williams, y por eso la dejé.
Resultó ser Bicentennial Man, basada en un relato de Asimov, según me comentó hoy mi amigo Ariel.

En un momento Robin Williams dice una de las líneas más lindas que escuché en mi vida.
El personaje principal, que es un robot, explica lo que entiende que es hacer el amor. El nunca lo experimentó, pero explica lo que elaboró desde lo que le contaron, y dice que quiere volverse humano para, entre otras cosas, experimentar eso.

Rupert Burns: What do they say?
Andrew Martin: That you can lose yourself. Everything. All boundaries. All time. That two bodies can become so mixed up, that you don't know who's who or what's what. And just when the sweet confusion is so intense you think you're gonna die... you kind of do. Leaving you alone in your separate body, but the one you love is still there. That's a miracle. You can go to heaven and come back alive. You can go back anytime you want with the one you love.
Rupert Burns: And you want to experience that?
Andrew Martin: Oh, yes, please.
Rupert Burns: So do I.